Caras vienen, y nombres se quedan cuando los rostros se van.
Un ciclo casi forzado de aquellos que pasan a ser parte
de un pasado inquieto, mezquino y cruel.
Y aunque no todos los rostros se ciegan igual, aquellos jurados
son entre noche y noche los que mas me gustaría volver a encontrar.
Y tus letras... ¿Yo cuándo las volveré a encontrar?
ResponderEliminar